¿Qué es el Nomograma de Fagan? - Meningitis tuberculosa

La meningitis tuberculosa es un tipo de meningitis provocada por la infección de una bacteria: Mycobacterium tuberculosis. Esta infección provoca, fundamentalmente, la inflamación de las membranas (o meninges) que rodean el cerebro y la médula espinal, y tiene un efecto devastador sobre el sistema nervioso central, dejando, en la mayoría de los casos, secuelas neurológicas1.
Fuente: Tua Saúde - enfermedades infecciosas

Para detectar la presencia de esta infección, se quiere realizar un test de PCR con el que se intenta detectar la presencia de la bacteria que lo provoca, M. tuberculosis.

Caso clínico: meningitis tuberculosa

Antes de comenzar cabe mencionar que en esta entrada vamos a estar hablando de las probabilidades preprueba y postprueba, por lo que vamos a recordar lo que son. La probabilidad preprueba es la prevalencia de la enfermedad, la probabilidad que tiene una persona de padecer la enfermedad sin haberse hecho ninguna prueba. Por otro lado, la probabilidad postprueba es la probabilidad que tiene una persona de padecer la enfermedad tras haber realizado alguna prueba diagnóstica.

En esta ocasión lo que queremos conocer es la probabilidad que va a tener un paciente de estar infectado tras haberle realizado la PCR, es decir, la probabilidad postprueba. Para ello, partimos del conocimiento de que la probabilidad preprueba es del 30%, y de que los valores de razón de verosimilitud positiva y negativa (o también conocido como Likelihood ratio, LR) son 40 y 0,56 respectivamente.

De este modo, para calcular la probabilidad postprueba, se puede recurrir a dos métodos:
  • Realización de un cálculo matemático: consiste en el cálculo de la probabilidad postprueba a partir de los valores de prevalencia (o probabilidad preprueba) y razón de verosimilitud (RV).

Sustituyendo los datos, obtenemos una probabilidad postprueba para RV+ de 94,48%, y una probabilidad postprueba para RV- de 19,35%.
  • Nomograma de Fagan: se trata de una representación gráfica que facilita el cálculo de la probabilidad postprueba. Es una aplicación del teorema de Bayes a la bioquímica, una herramienta que relaciona la influencia de un evento en otro en en términos probabilísticos. Para trazar líneas que nos permitan determinar la probabilidad postprueba, se toman los valores de probabilidad preprueba y de razón de verosimilitud (RV). Estos están representados en dos ejes paralelos, por lo que al trazar una recta entre los dos valores, si la extendemos hasta un tercer eje (que representa la probabilidad postprueba), obtenemos el valor de la probabilidad postprueba. Cabe destacar que vamos a trazar dos líneas diferentes: una va a pasar por RV+ y la otra por RV-.

Se puede observar una ligera diferencia entre los valores obtenidos con el cálculo matemático y con el nomograma de Fagan, sin embargo, ambos son muy similares. En cuanto a su interpretación, este cálculo nos permite conocer la validez de la prueba PCR para la detección de la Meningitis tuberculosa, así como determinar si va a ser necesario realizar pruebas posteriores.

Como se puede observar, la probabilidad postprueba para RV+ nos ha dado un 95%, lo que indica que de los pacientes que han dado positivo, un 95% de ellos son verdaderos positivos (realmente tienen la infección), mientras que un 5% serán falsos positivos. Estos resultados nos indican que la PCR es una prueba muy adecuada para la detección de verdaderos positivos, por lo que no sería necesario realizar otras pruebas para confirmar el diagnóstico. Por otro lado, la probabilidad postprueba para RV- es de un 19%. Este es un valor bastante elevado, ya que indica que, de los pacientes que obtienen un resultado negativo, un 19% van a ser falsos negativos (realmente están infectados). Así, esta prueba no es fiable para la detección de verdaderos negativos, es decir, no se puede descartar el diagnóstico de padecer Meningitis tuberculosa.

Así, se podría concluir que, si el paciente obtiene un resultado positivo, se debería comenzar un tratamiento para combatir la infección; mientras que frente a un resultado negativo sería necesario la realización de otra prueba que confirme que el paciente está sano. De este modo, deberíamos mejorar esta prueba o directamente recurrir a otra prueba más fiable.

BIBLIOGRAFÍA:

1. B. A. Ricardo, A. M. Ricardo, & C. V. Carla. (2004). Meningitis tuberculosa. Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría, 43(3), 164-170. Recuperado de: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-06752004000300007&lng=es&tlng=es.

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