En vuestro día a día, sólo vais a escuchar hablar sobre los riñones en dos situaciones: cuando presentan alguna alteración y cuando se necesita un trasplante. Sin embargo, los riñones son unos órganos de vital importancia para el buen funcionamiento del cuerpo. Una de sus principales funciones es la excreción de productos de deshecho que recogen de la sangre al filtrarla, además de la reabsorción de hasta un 99% de las substancias. Por sorprendente que parezca, ¡los riñones son capaces de filtrar hasta 180 litros de sangre al día!
Por lo tanto, los riñones cumplen una gran variedad de funciones que guardan una estrecha relación con su estructura. Es por ello por lo que en esta entrada nos vamos a centrar en tres grandes bloques: la anatomía, las funciones y la formación de la orina.
ANATOMÍA
Mucha gente piensa que la orina se sintetiza en la vejiga para después ser expulsada por la uretra. Sin embargo, el lugar de síntesis de la orina son los riñones, debido a su función excretora. Una vez sintetizada, viaja por los uréteres hasta la vejiga, donde es almacenada para finalmente ser expulsada1. Como curiosidad, los riñones producen de media 1,5 litros de orina diarios.
Fuente: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases |
A grandes rasgos, podría decirse que el riñón consta de dos capas: la corteza en el lado externo, y la médula en el lado interno. Además, atravesando estas estructuras, hay una gran cantidad de arterias y venas que se ramifican para aumentar la capacidad de filtración. Así, el 90% de las arterias se encuentran en la corteza, pero estas se ramifican para dar lugar a las arteriolas aferentes, localizadas en la médula. A continuación, las arteriolas aferentes se ramifican en capilares, que tras realizar un pequeño recorrido, se unifican para dar lugar a las arteriolas eferentes, que desembocan en la vena renal.
Cada riñón está formado por entre 1 y 2 millones de unidades estructurales de filtración conocidas como nefronas. La nefrona tiene una serie de conductos y vasos sanguíneos que le permiten filtrar la sangre de forma muy eficiente. Hay dos estructuras muy características implicadas en el proceso de filtrado:
FUNCIONES
Además de la función ya mencionada -la excreción de substancias de deshecho- los riñones llevan a cabo otras funciones sin las que no podríamos sobrevivir.
- Excreción urinaria: es su función principal, con la que eliminan productos metabólicos y substancias extrañas (como fármacos), además de mantener un equilibrio ácido-base y de electrolitos. Con los productos excretados es con los que se forma la orina.
- Regulación de la volemia: controlan el volumen total de sangre circulante del individuo.
- Función endocrina: los riñones sintetizan y activan dos hormonas, la eritropoyetina y la vitamina D, respectivamente. La eritropoyetina es una glicoproteína encargada de estimular la eritropoyesis, es decir, la síntesis de eritrocitos. En cuanto a la vitamina D, va a ser activada para formar calcitriol, que interviene principalmente en el metabolismo óseo2.
- Regulación de la presión arterial: cuando la concentración de Na+ en los túbulos, así como la presión arterial son bajas, los riñones pueden provocar la secreción de renina. Esta es una proteína que, tras una serie de reacciones, va a provocar que el corazón actúe con más fuerza, aumentando la presión arterial2.
FORMACIÓN DE ORINA
Para poder comprender el intercambio de metabolitos que se da en los riñones, primero hay que tener claros dos conceptos:
- Filtración ➝ cuando las substancias salen de la arteriola o de los capilares del glomérulo hacia los túbulos, para finalmente ser expulsadas en la orina.
- Absorción ➝ las substancias salen de los túbulos hacia la arteriola eferente, para volver al torrente sanguíneo.
De este modo, la primera etapa de filtración se da en el glomérulo, que recibe la sangre de la arteriola aferente. En función de la presión hidrostática y coloidosmótica, se filtrará una mayor o menor cantidad de substancias hacia los túbulos. Por lo general, el glomérulo filtra cerca del 25% de las substancias en sangre, principalmente agua y solutos de peso molecular bajo. Pero hay otras moléculas, como las proteínas, que no puede filtrar, por lo que se transportan por el torrente sanguíneo a través de la arteriola eferente.
Entonces se da la segunda etapa de filtración/absorción: se da un intercambio de moléculas entre los capilares y los túbulos. La mayor parte de las substancias que se habían filtrado en el glomérulo son reabsorbidas (pasan de los túbulos a los capilares), pero ciertas substancias como la urea, creatinina o fármacos permanecen en los túbulos para ser excretadas por el túbulo colector.
BIBLIOGRAFÍA
- Los riñones y su funcionamiento (2018). National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK). Recuperado de: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-rinones/rinones-funcionamiento
- Morfología y función renal (). órgano de expresión de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Recuperado de: https://www.pediatriaintegral.es/numeros-anteriores/publicacion-2013-07/morfologia-y-funcion-renal/
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